26 de mayo de 2016

CUPCAKES DE CHOCOLATE VEGANOS


Os confieso que, a pesar de disfrutar comiendo dulces, lo que más me gusta en el mundo es prepararlos. No me diréis que no os hace ilusión cuando los metes en el horno y tras una larga e impaciente espera, ves el resultado...¡es como magia! Ahora en serio, para mi es muy gratificante preparar recetas dulces, el proceso es relajante y el resultado hace feliz a todo el mundo. 

En esta ocasión me aventuré a preparar unos cupcakes de chocolate, pero quería que fuesen lo más sanos posible. Normalmente la cobertura o frosting se hace con mantequilla, azúcar glas, nata...y aunque existe la opción vegetal, prefería no utilizar margarina y mucho menos ese tipo de azúcar. Así que en esta ocasión vamos a utilizar un ingrediente muy querido en este blog, ¡el aguacate! Vamos a aprovechar sus aceites y su textura para crear un frosting cremoso y delicioso. Y por si os lo estáis preguntando, no os preocupéis porque no se nota nada su sabor.

Así que después de experimentar y probar, os traigo esta receta adaptada para que podáis disfrutar de estos pequeños bocados de intenso chocolate, sin grasas saturadas perjudiciales, sin colesterol, sin remordimiento y, como siempre, lo más importante de todo ¡sin crueldad animal!





La textura es muy esponjosa, por lo que son ligeros y suaves. La combinación con el frosting hace que tengan la humedad perfecta y que sean aún más cremosos. Además el equilibrio entre ambas partes hace que su sabor sea dulce, pero sin ser empalagoso ¡Están riquísimoooos!

Éstos son los ingredientes que vamos a necesitar (salen 12 cupcakes):

- 125 g de harina semi-integral de trigo (podéis usar harina normal si queréis)
- 1 tablespoon de semillas de lino
- 1 + 1/2 teaspoons de levadura química
- 3 tablespoon de cacao puro (sin endulzar)
- 125 g de azúcar integral de caña (panela)
- 80 ml de compota de manzana (sin endulzar, sólo manzana)
- 40 ml de aceite de coco Virgen Extra
- 150 ml de leche de soja chocolateada (yo usé la de Provamel, si queréis ver cúal es tenéis el enlace aquí)
- 1 pizca de sal
- 1 teaspoon de extracto de vainilla

- 1 molde para cupcakes 
- cápsulas de papel




Preparación:

1. Antes de empezar, precalentamos el horno a 180ºC. Preparamos también el molde y ponemos las cápsulas en los compartimentos.

2. En un bol tamizamos la harina, añadimos también la levadura, la sal, el cacao en polvo y las semillas de lino molidas (podéis hacerlo con el accesorio para picar de la batidora). Removemos con la ayuda de unas varillas para que se mezclen todos los ingredientes y reservamos.

3. En otro bol ponemos el azúcar y la compota de manzana, lo mezclamos bien para que el azúcar se disuelva y a continuación incorporamos el aceite de coco, la leche y el extracto de vainilla. Removemos nuevamente.

4. Añadimos poco a poco la mezcla de harina al bol de ingredientes líquidos. Primero la mitad de la harina, removemos y finalmente acabamos de incorporar el resto.

5. Con la ayuda de una cuchara llenamos las cápsulas hasta 3/4 de su capacidad, dejando espacio ya que la masa va a subir (ver imagen). Yo las llené con 2 cucharadas de masa aproximadamente.


6. Lo metemos al horno, a media altura, durante unos 20 minutos, pasado ese tiempo revisamos con la ayuda de un palillo.

7. Los sacamos del horno y los dejamos enfriar un poco (para no quemarnos básicamente) durante 5 minutos, pasado ese tiempo sacamos las cápsulas y las ponemos encima de una rejilla para que se enfríen homogéneamente.


Mientras se enfrían, vamos a preparar el frosting. Éstos son los ingredientes que vamos a necesitar:

- 2 tablespoons de aceite de coco
- 200 g de chocolate negro para fundir
- 2 aguacates maduros (como los míos eran pequeñitos puse los 2 pequeños enteros y la mitad del grande)
- 1 teaspoon de extracto de vainilla

- 1 batidora




Preparación:

1. Derretimos el chocolate al baño María, aunque si lo preferís se puede fundir en el microondas. En ese caso, hacedlo a intervalos cortos de 20 segundos, a potencia baja y removiendo cada vez, así no habrá riesgo de que se queme.

2. En un bol ponemos la pulpa del aguacate y formamos una crema con la ayuda de una batidora. Añadimos el chocolate fundido, el aceite de coco y el extracto de vainilla. Batimos bien hasta que nos quede una mezcla homogénea.

3. Lo reservamos en la nevera, hasta que los cupcakes se hayan enfriado y podamos decorarlos.

¡Y hasta aquí la receta! No os asustéis con la lista de ingredientes, ni la preparación, creedme que no es nada complicado y además en poco tiempo tendréis unos deliciosos cupcakes de chocolate, para llevar a una cena, para degustar una tarde de domingo, o en cualquier momento cuando tengáis antojo de chocolate.

Espero que los preparéis ¡hasta la semana que viene!



19 de mayo de 2016

HAMBURGUESA VEGANA DE AVENA Y TOFU


Preparar hamburguesas vegetales en casa es muy sencillo y además mucho más económico que si las compramos ya hechas. Podemos hacerlas a nuestro gusto con ingredientes que tengamos en la despensa y dejar volar nuestra imaginación para crear diferentes combinaciones, texturas y sabores. 

En este caso he unido dos ingredientes muy nutritivos, energéticos y que aportan proteínas de alto valor biológico, el tofu y la avena. Ellos son la base de la hamburguesa ya que aportan consistencia y le dan textura, pero podemos mezclarlos con verduras, hierbas y especias para darles el sabor que más nos guste.





En este caso he elegido champiñones para darle más jugosidad, orégano, perejil fresco y pimentón ahumado para aromatizar y potenciar su sabor, y por último remolacha por ese bonito tono rosado que aporta a los platos y sobretodo por la cantidad de hierro que tiene. El resultado es una hamburguesa de textura suave, nada seca y con un sabor muy rico. Si la acompañamos de verduras frescas (lechuga y tomate por ejemplo) y un buen all i oli el resultado es delicioso y además tendremos un plato completo, equilibrado, nutritivo, libre de colesterol y como siempre respetuoso con los animales.

Éstos son los ingredientes que vamos a necesitar (salen unas 6 hamburguesas):

- 1 bloque (250 g) de tofu ahumado ecológico
- 120 g de copos de avena
- 7-8 champiñones hermosos
- 1 cebolla morada
- 2 dientes de ajo
- 1 trozo de remolacha cocida (la mitad de una remolacha)
- 100 ml de vino blanco
- 2 teaspoons de orégano seco
- 1/2 teaspoon de pimentón ahumado (Pimentón de la Vera)
- 1 buen puñado de perejil fresco
- sal del Himalaya
- 3 tablespoon de salsa de soja
- aceite de oliva Virgen Extra
- harina de trigo 

- procesadora para picar



Preparación:

1. Troceamos el bloque de tofu, lo ponemos en un cuenco y le añadimos las 3 cucharadas de salsa de soja. Esto ayudará a que coja color y quede aún más sabroso, pero no es imprescindible, lo que va a darle sabor es el resto de ingredientes. Lo reservamos.

2. Mientras tanto, en una sartén añadimos un buen chorro de aceite de oliva Virgen Extra, e incorporamos la cebolla picada y los ajos laminados. Dejamos que se hagan a fuego suave.

3. Cuando estén pochados, subimos un poco el fuego y añadimos los champiñones troceados, el orégano, el pimentón ahumado y sal al gusto. Lo removemos bien y añadimos el vino blanco. Removemos hasta que se evapore el alcohol, y reducimos el fuego. Dejamos que se acaben de hacer durante aproximadamente 5 minutos.

4. Y hasta aquí toda la dificultad de la receta, ahora solo nos quedará meter todo en la procesadora (o lo que viene siendo el accesorio para picar de la batidora). Añadimos el tofu junto con la salsa de soja, los copos de avena, el trozo de remolacha y el sofrito de champiñones. Podéis añadir un chorrito de agua para que sea más fácil picar (si véis que queda muy seco), o bien un poco del caldo de la remolacha. Picamos hasta que nos quede una masa homogénea. Vigilad que no quede muy húmeda o quedaran poco firmes y se desharán cuando las intentéis formar. Si os pasa esto podéis añadir un poco de pan rallado.


5. En este punto podemos probar cómo está de sal y añadir más si fuese necesario. Incorporamos el perejil fresco picado, lo removemos y lo dejamos reposar en la nevera bien tapado. (Podéis dejarlo toda la noche o un par de horas, si queréis prepararlas el mismo día).

6. Una vez que la masa haya reposado, podemos tomar porciones con la ayuda de una cuchara sopera, y hacer la forma de las burgers con las manos y un poco de harina (ésta es la parte guay de la receta, si os gusta pringaros claro). En una superficie limpia, espolvoreamos la harina y vamos poniendo "bolas" de masa. Lo aplanamos y le damos forma de hamburguesa. El tamaño dependerá del diámetro del pan, eso si, os aconsejo que no las hagáis demasiado gruesas. 

7. La manera de cocinarlas es a vuestra elección, al horno o la sartén con un poco de aceite de oliva, ¡como más os guste!. 

8. Por último solo nos quedará servirla, con un bollito de pan y los toppings correspondientes (lechuga, tomate, cebolla, pepinillos (si os gustan) y alioli). El alioli en realidad es veganesa con un par de dientes de ajo. Tenéis muchas recetas para preparar la veganesa, os dejo la que yo siempre hago, es infalible, siempre sale bien: http://www.hiulitscuisine.com/es/veganesa-mayonesa-vegetal/

Como veis hacer hamburguesas vegetales es ultra-mega fácil y barato, el bloque de tofu ecológico, que es lo más caro de todo, me costó menos de 3€ y el resto de ingredientes son bastante asequibles (setas, cebolla, ajos...) y nos salen bastantes unidades (que podemos congelar para otro día). ¡Así que no hay excusa! Prepara tu mismo las hamburguesas y hazlas a tu gusto, ahorrarás dinero y además disfrutarás de riquísimas combinaciones libres de crueldad y mucho más sanas.

Espero que os animéis, ¡hasta la semana que viene!


12 de mayo de 2016

CUIDADO CAPILAR VEGANO


Llevar una vida que sea coherente con tus principios no solo se centra en lo que comes, sino también engloba todo aquello que nos ponemos sobre la piel, y no me refiero a la ropa o al calzado (como ya vimos), sino a la cosmética que utilizamos en nuestra higiene diaria. Encontrar productos que no hayan sido testados en animales y que además no contengan ningún ingrediente de origen animal, es posible y afortunadamente cada vez es menos complicado. 

Empezaremos con el cuidado del cabello. Quiero compartir con vosotros mi pequeña selección de productos para mimarlo y, como no podía ser de otra manera, son de calidad, respetuosos con el medio ambiente y totalmente cruelty free.

Champú Rehab (LUSH)

Este champú es de la marca LUSH. Hace unos cuantos años que utilizo sus productos, y no solo porque me encante el resultado que me dan sino porque comparto al 100% su filosofía. Es una empresa que se preocupa por el planeta en el que vivimos, y además trabaja activamente para que éste sea más justo para todos aquellos que habitamos en él. No testan sus productos en animales y luchan contra el testado, revisando periódicamente que ninguno de sus proveedores de ingredientes lo haga. Creen firmemente en los beneficios de los ingredientes frescos, es por eso que entre sus componentes encontramos frutas y verduras orgánicas, mantecas y aceites vegetales, arcillas, algas, aceites esenciales... 
Rehab, por ejemplo, contiene un montón de zumos de frutas frescas recién exprimidos (piña, papaya, kiwi y mango) que con sus poderosas enzimas ayudan a limpiar y a dar brillo al cabello. Además contiene aceite Orgánico de Oliva Virgen Extra y Aceite Orgánico de Jojoba que contribuyen a proteger la fibra, aportándole elasticidad y protegiendo al cabello del cepillado. Pero la cosa no acaba aquí, ya que además contiene aceites esenciales (lavanda, romero, pippermint y enebro) para estimular y mantener el cuero cabelludo en buenas condiciones. Es un champú muy completo que deja el cabello, suave, fresco, con cuerpo y un montón de brillo.

Champú sólido New (LUSH)

Otro de mis champús ultra mega favoritos es New. Su apariencia puede sorprender, pero lo que más impresiona es que esta pequeña barra de jabón equivale nada más y nada menos que a ¡¡3 botellas de champú!! LUSH trabaja incansablemente por ofrecer versiones sólidas de sus productos, de esta manera no es necesario usar conservantes ni empaquetado, y así se reducen las emisiones de CO2 y miles de litros de agua (si clicáis aquí tenéis datos exactos de lo que implica escoger esta alternativa sólida).
New contiene un montón de aceites esenciales estimulantes (pippermint, ortiga, canela, clavo y romero) para aumentar los nutrientes que le llegan al folículo, detener la caída y favorecer su crecimiento. Es perfecto para cabellos finos, aporta volumen y deja el cabello súper limpio y brillante.

Acondicionador sólido Jungle (LUSH)
A pesar de que no suelo utilizar acondicionador (por pereza), de vez en cuando me gusta aplicarlo para suavizar y dar un extra de hidratación. Esta pequeña pastilla verde llamada Jungle, es libre de conservantes, siliconas y contiene un montón de frutas tropicales (higos y aguacates frescos, plátanos orgánicos, fruta de la pasión...) y manteca de cacao orgánica de comercio justo para suavizar y proteger el cabello. Deja el cabello suave, y con un aroma rico a frutas. 

Champú refrescante con Pomelo (Freshly Cosmetics)
Este champú es de una marca que conozco desde hace relativamente poco, se llama Freshly Cosmetics. A pesar de que no he usado sus productos durante años, como en el caso de Lush, he querido incluirla porque realmente me ha encantado su propuesta y la primera impresión ha sido realmente buena. Hacen una cosmética 100% libre de tóxicos (algo que me llamó mucho la atención), utilizan ingredientes naturales, sus productos son veganos, no testados en animales y también son sostenibles ya que los envases son de aluminio reutilizable y reciclable. Este champú contiene castaño de Indias, té Roiboos, mentol, Aloe Vera, pomelo y aceite de Argán. Deja el cabello suelto, voluminoso, con brillo y con una sensación de limpieza muy agradable, sin duda ya forma parte de mis imprescindibles en mi rutina capilar. Me encanta.

Os dejo sus respectivas páginas web para más información: Lush https://www.lush.es/ y Freshly Cosmetics https://www.freshlycosmetics.com

Espero que os haya sido de ayuda, os aseguro que invertir en este tipo de cosmética vale mucho la pena, ya que no solo le haces un favor al planeta, y evitas la tortura y muerte de millones de animales inocentes, sino que cuidas tu cabello, mientras disfrutas de maravillosos productos.

¡Hasta la semana que viene! :)


5 de mayo de 2016

SOJA SI, SOJA NO

Existe un claro debate acerca de si la soja es buena o no para la salud. Por eso he creído que sería interesante hablar acerca de ella en el blog, ya que es un alimento bastante presente en la dieta vegana.
La soja es una legumbre que contiene los 8 aminoácidos esenciales, y por lo tanto es una excelente fuente de proteínas. A diferencia de las proteínas de origen animal, ésta no va asociada a grasas saturadas ni colesterol, así que es una alternativa más saludable si queremos incorporar fuentes proteicas de calidad en nuestra alimentación. Además es un alimento muy versátil ya que de ella podemos obtener:
- Leche de soja
- Tofu 
- Yuba 
- Tempeh 
- Harina de soja 
- Brotes de soja
- Otros subproductos como salsa de soja, por ejemplo.

Además posee diferentes propiedades muy beneficiosas para nuestra salud, ya que contribuye a disminuir la tasa de azúcar en sangre, reduce el colesterol, previene la osteoporosis, y además alivia los trastornos durante la menopausia, debido a la presencia de fitoestrógenos. Y aquí amigos, es donde empieza la polémica. 
Muchos creen fervientemente que tomar soja o sus derivados puede llevarles a sufrir desórdenes hormonales, como por ejemplo ginecomastia (o lo que es lo mismo, el crecimiento de "pechotes" en hombres). Bromas a parte, no es algo para tomarse a la ligera, la verdad, ya que las causas de esta patología masculina pueden ser múltiples y bastante serias, pero principalmente no tienen nada que ver con la soja. Pero no vamos a entrar en eso aquí. El problema es que se le ha creado una falsa mala fama a este alimento, al que la humanidad lleva dando uso desde hace miles y miles de años. El tofu, sin ir más lejos, fue inventado en China por el príncipe Liu An (179-122 a.C) si si, antes de Cristo, y si, si habéis calculado la edad de este señor vivió casi 60 años que no es poco para aquel entonces. Deberíamos guardarle un poco más de respeto y confiar más en este alimento milenario.

Por otro lado, la plantación de esta legumbre puede ser muy beneficiosa para los cultivos ya que interviene en la fijación de nitrógeno en el suelo, eso si, estos cultivos deben ser rotacionales, de lo contrario pueden generar desequilibrios ecológicos, así que es mejor apostar por soja que no sea transgénica, y que provenga de cultivos limpios, libres de pesticidas, y respetuosos con el medio ambiente.

Pero si queréis aprender aún más acerca de la soja, os dejo este vídeo del activista Gary Yourofsky donde hace una excelente reflexión que seguro no os dejará indiferentes.





Espero que os haya ayudado un poquito si teníais dudas acerca de este alimento. Y como siempre os digo, es muy importante informarse y no dejarse llevar por lo fácil, por lo que nos cuentan, que casi siempre es información que perjudica aquello que va en contra de los intereses de la industria de la carne.

¡Hasta la semana que viene! :D